lunes, 18 de julio de 2011

El despertar





Llega un momento en la vida en que finalmente se logra...Cuando,  en medio de todos nuestros temores y locura,  uno para en seco donde sea que se encuentre y desde algún lugar de nuestra cabeza,  una voz interior exclama  BASTA!!!

Basta de luchar y llorar o esforzarse para aferrarse.  Y,  como un chico que se apacigua después de un berrinche insensato,  el sollozo comienza a calmarse,  una o dos veces nos atraviesa un estremecimiento,  uno deja de lagrimear y empieza a mirar el mundo con una mirada nueva.

Es el despertar de UNO.

Nos damos cuenta de que es hora de dejar de esperar que algo cambie... o de tener la expectativa de que la felicidad,  la tranquilidad y la seguridad aparezcan galopando por la silueta del próximo horizonte.

Uno llega a un acuerdo con el hecho de que no es ni el PRINCIPE ENCANTADO ni LA CENICIENTA y de que en el mundo real no siempre existen finales felices (o,  para el caso,  comienzos)  y que cualquier garantía de  "y vivieron felices para siempre"  debe comenzar con uno.... y en el proceso,  a partir de la aceptación nace una sensación de serenidad.

Uno despierta al hecho de que no es perfecto y que no todos siempre nos amaran,  apreciaran o aprobaran quienes o como seamos... y está bien.

Tienen derecho a sus propios puntos de vista y opiniones.

Y uno aprende la importancia de amarse y protegerse... y en el proceso,  a partir de la AUTO-

APROBACION  nace una sensación de haber encontrado una nueva confianza.
Uno deja de quejarse y de culpar a otros por lo que nos hicieron (o no hicieron)  y se aprende que lo inesperado es lo único de lo que podemos depender realmente.

Se aprende que la gente no siempre expresa lo que quiere decir o quiere decir lo que expresa y que no todos van a estar ahí para uno y que no siempre se trata de uno.

Así que,  uno aprende a pararse solo y a hacerse cargo de si mismo... y en el proceso,  a partir de la AUTO-CONFIANZA nace una sensación de tranquilidad y seguridad.

Uno deja de juzgar y de señalar con el dedo y se comienza a aceptar a los demás tal como son y a pasar por alto sus defectos y debilidades......y en el proceso,  a partir del perdón nace una sensación de paz y de satisfacción.

Uno se da cuenta de que gran parte de como uno se ve a sí mismo y al mundo circundante,  es producto de todos los mensajes y opiniones con que han impregnado nuestra psiquis.

Y uno empieza a revisar toda la basura con la que nos alimentamos acerca de cómo comportarse,  que apariencia tener,  cual es el peso ideal,, que ropa usar,  como ganarse la vida,  cuánto dinero ganar,  que auto manejar, como y donde vivir,  con quien casarse,  la importancia de tener y criar hijos,  y que les debemos a nuestros padres,  parientes y amigos.

Uno aprende a abrirse a mundos nuevos y puntos de vista distintos.  Y uno comienza a revalorizar y redefinir quien es y que representa realmente.

Uno aprende la diferencia entre QUERER y NECESITAR y empieza a descartar doctrinas y valores que nos quedan chicos,  o a los que no tendríamos que haber adherido desde el vamos... y en el proceso uno aprende a dejarse llevar por el instinto.

Uno aprende que es verdaderamente DANDO que RECIBIMOS.Y que existe poder y gloria al crear y contribuir y dejamos de manejarnos por la vida como meros ""consumidores"" buscando nuestra próxima dosis.

Uno aprende que principios tales como: honestidad e integridad no son ideales anticuados pertenecientes a una era ya pasada sino la argamasa que sostiene los cimientos sobre los que debemos construir UNA VIDA.

Uno aprende que no sabe todo,  que no es la tarea de uno salvar al mundo y que no se puede enseñarle a cantar a un cerdo.

Uno aprende a distinguir la culpa de la responsabilidad y la importancia de poner límites, aprender a decir NO.

Uno aprende que la única cruz a cargar es la que UNO ELIJA y que a los mártires se los quema en la hoguera.

Entonces uno aprende acerca del AMOR. Como AMAR,  cuanto DAR en el amor, cuando DEJAR DE DAR, y cuando ALEJARSE.  Uno aprende a ver las relaciones como realmente son y no como nos gustaría que fueran.

Uno deja de intentar CONTROLAR  a las personas,  las situaciones y los resultados. Y uno aprende que estar SOLO no significa SENTIRSE SOLO.

Uno deja también de esforzarse por soslayar los sentimientos,  de apaciguar las cosas y de ignorar las necesidades.

Uno aprende que está bien sentirse con DERECHOS.......y que es su derecho querer cosas y pedir lo que se quiere... y que a veces es necesario exigir.

Uno llega a darse cuenta de que merece ser tratado con AMOR, AMABILIDAD,  SENSIBILIDAD  Y RESPETO  y que no se  conformara con menos.

Y uno aprende que nuestro cuerpo es realmente nuestro TEMPLO. Y empezamos a cuidarlo y tratarlo con respeto.  Uno empieza a ingerir una dieta balanceada,  a tomar más agua  y a dedicarle más tiempo al ejercicio.

Uno aprende que el estar cansado abastece de dudas,  temores e incertidumbres y entonces uno dedica más tiempo al descanso. Y,  así como el alimento abastece al cuerpo,  la RISA abastece nuestra ALMA.  Así que uno dedica más tiempo a reír y jugar.

Uno aprende que, en gran medida, en la vida se logra lo que uno cree que merece... y que gran parte de la vida es verdaderamente una profecía que se AUTO-CUMPLE.

Uno aprende que vale la pena esforzarse por aquello que valga la pena lograr y que desear que algo suceda es distinto que esforzarse para que suceda.  Más,  importante, uno aprende que para lograr el éxito se necesita DIRECCION,  DISCIPLINA  Y PERSEVERANCIA.

Uno aprende también que nadie puede hacerlo SOLO......y que está bien arriesgarse a pedir AYUDA.
Uno aprende que a  lo único que verdaderamente debemos temerle es al peor mafioso de todos: el MIEDO en sí mismo.

Uno aprende a enfrentar y atravesar los miedos porque sabe que pase lo que pase uno puede manejarlo y ceder al miedo equivale a regalar el derecho de VIVIR la VIDA según nuestras propias condiciones.  Y uno aprende a pelear por su vida ya no derrocharla VIVIENDO bajo la nube de un destino amenazante.

Uno aprende que la vida no siempre es justa,  no siempre se consigue lo que uno considera que merece y que a veces les pasan cosas malas a personas buenas,  INOCENTES.  En estas ocasiones uno aprende a no PERSONALIZAR las cosas.

Uno aprende que DIOS no nos está castigando o desoyendo nuestras oraciones.  Solo se trata de la VIDA ACONTECIENDO.

Y uno aprende a vérselas con el demonio en su estado más primitivo -EL EGO.

Uno aprende que sentimientos negativos como la IRA,  la ENVIDIA  y el RESENTIMIENTO  deben comprenderse y redireccionarse o SOFOCARAN la vida que hay en NOSOTROS y envenenaran el mundo circundante.

Uno aprende a reconocer cuando está equivocado y a construir puentes en lugar de paredes. Uno aprende a ser agradecido y a disfrutar las numerosas COSAS SIMPLES que damos por DESCONOCIDAS,  cosas con las que millones de personas en la tierra tan solo pueden soñar: una heladera LLENA,  AGUA potable en casa, una CAMA blanda y abrigada,  una larga DUCHA caliente.

Lentamente,  uno comienza a asumir RESPONSABILIDAD por y PARA SI MISMO y uno se promete no TRAICIONARSE nunca y no CONTENTARSE nunca más con lo que no satisfaga el deseo de nuestro CORAZON.

Y uno cuelga un carillón en la ventana para poder escuchar el VIENTO.  Y uno se propone seguir SONRIENDO,  seguir CONFIANDO,  y mantenerse ABIERTO a toda POSIBILIDAD MARAVILLOSA.

Finalmente,  con valentía en nuestro CORAZON Y DIOS  a nuestro lado nos DETENEMOS,  hacemos una inspiración profunda, y comenzamos a DISEÑAR LA VIDA QUE QUEREMOS............. COMO MEJOR PODAMOS....

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